Una noche…
Recorriendo calles de una ciudad,
Sin habitantes, sin un viento
Que me indique un consejo
Para desviar caminos sinuosas
Hacia el puerto de mi salvación.
Confusión se apodera de mi mente,
Cegando ojos, mis sentimientos,
Mi pasión por ver tu ojos que me miran,
Mi ternura por tu presencia abrazador.
Una noche…
Perdido…
Con la esperanza de volver a sentir
Tu brisa de una mirada cálida,
Capaz de derretir mi corazón
Dejando quemaduras de tu voz.
Un glaciar de temores
Se interpone con mi interior.
Tu brisa trae un tibio susurro a mi alma
Que calma dudas,
Traspasando tu luz a través
De este glaciar de la tristeza
Trayendo palabra cálida de tu afecto.
Una noche…
Solitario en la vía de mi vida,
aunque con esperanza
Que prepara una senda a recorrer
Hacia el destino que se vislumbra
En el cielo nocturno, como la Luna
Que nunca deja de palpitar.
Una brisa con toda su gentileza
Acaricia el corazón retraído por las derrotas,
Y una sonrisa se esboza
Entre las grietas de esta alma sofocada.
Dejándome llevar por el viento,
Hacia el mar que compone
Liricos de una balada de antaño…
Un villancico que da gracias al Señor,
Mi rumbo hacia las montañas de los Andes
Donde la nieve renueva mi respirar.
Copyright SerafinGlr 2010