Omar Alejandro Flores

Pausa

hay que callarlo todo

(incluso el sueño

que provoca los mareos de repulsivo

cartel)

(no está de más -ni de tan poco-

hacerse a un lado del terráqueo

y dejar que verborreen los intrépidos

de siempre)

hay que callarlo todo:

potenciarle pausas al vocablo

y tirar a la fuente dos espesas monedas

para tomarse las riendas de frentón