Ya no soy tuya, ya no quise serlo.
Deje de serlo cuando recorrí tu dulce piel y presentí el extraño sabor agridulce que podría matarme dentro mío.
Ese extraño sabor, era el amor que ya había dejado de ser mío.
Y aún más mío, fue…cuando por fin, deje de ser tuya en ese preciso momento.