Quiero ausentarme contigo silencioso
como se haya el horizonte en que te pierdes
y fundirme en el as de luz acucioso
que resalta el brillo de tus ojos verdes.
Contemplar en tus pupilas ciertamente
el encanto y el misterio entretejidos;
ser un pensamiento que brote en tu mente
y trastorne con mesura tus sentidos.
Por si acaso, mujer de mirada inquieta
quisieras descubrirme tu alma indulgente
y tu corazón lleno de ventura,
yo haría que con la máxima ternura
mis manos estuvieran sobre tu frente
por ver tus ojos bajo tu cabellera.