No estamos hechos para una sola palabra.
Camino...
El poema anclado al cuerpo.
Buceando en la noche, naufragando en
la ambigüedad,
Camino...
Hasta el fondo, allí donde nació el invierno, allí donde los pájaros no van,
más lejos que la lejanía.
Detrás de las máscaras, detrás de toda nostalgia...
Parece que las penas perdidas esperan su hora de gracia, reclamando audiencia en la ausencia.
Parece que ahí la voz tiene la magia de convertirse en sonido y de chocar con lo humano.
Parece que el tono perdido está esperando...
allá del otro lado, allá donde la comprensión se vuelve vestido.
Oigo música, algo ya visto
algo que se oculta en la armonía.
Será una pausa que espera el milagro de convertirse en sinfonía.
Patricia Sabag