El mundo, un reino de laberintos sin final,
caminos solitarios que llevan a la nada,
niños nacen sin saber quiénes son,
sin destino claro, solo sombras dibujadas.
Mentes perversas tejen sus redes,
invitan a creer en un mundo ficticio,
donde lo que era malo ahora es virtud,
y la verdad se pierde en el artificio.
Tú y yo, espacio demente,
en un lugar sin hombres ni mujeres,
solo seres pensantes moldeados
por una sociedad que miente.
El miedo amordaza la verdad,
y la realidad, ajena y ajena,
se incrusta como un puñal en el alma,
principios olvidados, moral que se quiebra.
Rechazo este juego, este teatro impuesto,
me ahogo en un vómito de ilusiones rotas,
me encierro en mi mundo de sueños,
donde la esperanza aún flota.
No quiero despertar a esta triste canción,
a este verso que el mundo ha escrito sin razón.
Prefiero mi laberinto, mi soledad elegida,
a esta realidad que me mata, día tras día.
cristina 瀀