Canto a la sombra del aire,
donde nadie posa el oído.
Canto como quien arroja
piedras al fondo del río.
La voz que nunca responde,
¿acaso entiende el latido?
Mis palabras son cenizas
que en el viento se han perdido.
No hay manos que recojan
las sílabas que suspiro,
pero sigo cantando al hueco
del mundo que está dormido.
¿Será que en su calma muda
hay un corazón escondido?
Canto, aunque no lo escuchen,
porque cantarle al silencio
es cantarle al infinito.
Como dice Nydia Caro en el video: Cantemos aunque con ello no podamos detener las guerras, cantemos tan solo por cantar y creo que podemos darle color a nuestros versos, nos escucha en infinito, en las del viento. Espero que ese joven en quien me he inspirado, cante por cantar, cantarle al infinito desde su alma.