Tal vez me robé alguna esencia,
el tiempo hace eso,
se roba, se impregna,
para después ser inexistencia.
Hay aves y seres que se acercan,
semejantes y complejos,
sonoros, inmóviles,
se diluyen en los vientos que otean.
También me apropio de ese momento,
presente/pasado a un futuro,
inexistente, inconcluso,
que se contenta con ser un firmamento.
Me traje algo de un instante,
una fragancia etérea,
dulce, amarga,
que cada ser presente se detiene a olfatear de manera incesante.