LA IMPORTANCIA DE TENER UN PUEBLO
No es igual ir cambiando de pueblo
o de barrio con alguna frecuencia,
por motivos laborales por ejemplo,
en esos casos en que la niñez sucede en un sitio
y la juventud, la madurez, en otro,
a veces bastante distantes y distintos.
En cambio, los que solo tenemos un pueblo
enseguida lo reconocemos,
nada más aparecer una calle en una fotografía,
o ni siquiera eso, solamente con la referencia
oída sobre un rincón pintoresco o un acontecimiento
o un motivo local significativo. Nosotros recorremos
la totalidad dando unos pasos, y abarcamos
en profundidad todo lo que los demás
abarcan en superficie, a lo ancho y
a lo largo de su trayectoria como seres humanos.
Y, al así profundizar, perdemos difícilmente
la perspectiva,
y el viento no nos empuja
implacable y desafinado.
Gaspar Jover Polo