Mauro Enrique Lopez Z.

Le dabas a manos llenas

Le dabas a manos llenas a tu hijo 

y, siempre me regañabas por decirte:

no complazcas o le des todo; mejor 

aplicale dureza como lo hacías 

conmigo y, se portaba mal cuando 

lo correjias.

Hasta te fuiste de mi vida;

me dolió mucho lo que hiciste, 

me quedé triste y vacío.

Me costó superar esa pena.

Hoy que veo tu 

desdicha y, lloras por él porque,

estás pagando su fechorías y, no 

supiste corregirlo a tiempo.

Aunque me duela, no cuentes conmigo porque,  

fuiste mala y grosera con quién más 

te quiso; solo porque quise que lleves 

un buen camino para tú hijo.