Caminaba por la avenida para llegar
a casa, como es tan transitable y, los
negocios que se puede beber algo
o amanecer gozando.
De pronto me llamaron para brindarme una copa y, que me quedara con ellos.
Que los gastos no tenía problema.
Yo para no defraudarlo me senté un rato,
ya estaba bien entonado;
tuve que retirarme porque, esa avenida es muy peligrosa.
Llegué a casa tomé un descanso.
Al otro día el comentario, que habían matado
a un tipo.
En mi juventud no era peligroso,
ahora en estos tiempos no se puede
disfrutar.
Que bonito fue mis días de
farra con mis amigos y amantes.
Como han transcurrido los años, que solo vemos
difrutar desde lejos porque nos llegó
el ocaso.