El canto de mi sombra contestaba,
al hombre y su pregunta la respuesta.
Qué. Dijo, no se debe hacer apuesta,
en vida, sobre quién por ser luchaba.
Es sólo el verso libre que forjaba,
en fragua de la selva tan dispuesta,
con lava del volcán que duerme siesta,
guardando varios mapas al que amaba...
la pálida belleza de la piel,
de aquel que le escribía sin intento;
con labia las palabras que son miel...
por ver, que su Titán vaya contento
y sienta que distante el lince fiel...
¡Por bien! Siempre le da su sentimiento.
Autor: Mario Rodolfo Poblete Brezzo.
o3/Diciembre/2024.