LA LLAMA DEL CORAZÓN
En el corazón reside un fuego constante, un brillo sutil que se encuentra en el nucleo de nuestro ser.
Este fervor interno es como el eco del amor, lleno de vigor, haciendo que el ser arda en un ardor tierno y duradero.
A medida que este fuego crece, se convierte en un susurro persistente que transforma el corazón en un horno, un nucleo lleno de pasión.
Este fervor se convierte en un motor, creando un torbellino de emociones que traza un sendero de ternura.
El fuego constante es como un cetro, un recuerdo de un corazón que no se rinde, un encanto.
Este sendero se convierte en un anhelo, un secreto guardado.
El corazón que late se convierte en un centro de lamento, un sendero de amor que lleva a un encuentro.
Finalmente, el fuego constante se convierte en un renacimiento, una nueva oportunidad para el amor y la vida.
© Corazón Bardo