Los días que me trajeron el polen
con el que fecundé mis poros
en sus canastas llenas de primaveras
han empezado a perder
su vívida pigmentación,
como hojas sin estación.
Los momentos solares
pasaron por mis sueños
como rápidas llamaradas,
encendidas por la excitación de la vida:
la ardiente vibración
en la eyaculación seminal.
HuGóS | 12-3-2024 | 8:27 p.m.