Ricardo D. Branj

Un día del horizonte

Un día del horizonte

 

 

Allá, cuando un día del horizonte,

cuando el tiempo se haga lejos,

y en caminos desparejos, yo te cante

 

cuando mi único consuelo

sea aunque sea tu nombre

lo que impregne mi desvelo

 

y como exhausto caminante

llegando casi al ras del suelo

todavía en mi recuerdo, yo te cante

 

habrás de estar como un anhelo

habrás de ser como un conforte

a mi cuerpo inerte ya en el hielo

 

y así quede de mi nombre un simiente

en tus sueños como un tímido revuelo

u olvidado ya en tu cielo, yo te cante.