Un día del horizonte
Allá, cuando un día del horizonte,
cuando el tiempo se haga lejos,
y en caminos desparejos, yo te cante
cuando mi único consuelo
sea aunque sea tu nombre
lo que impregne mi desvelo
y como exhausto caminante
llegando casi al ras del suelo
todavía en mi recuerdo, yo te cante
habrás de estar como un anhelo
habrás de ser como un conforte
a mi cuerpo inerte ya en el hielo
y así quede de mi nombre un simiente
en tus sueños como un tímido revuelo
u olvidado ya en tu cielo, yo te cante.