Maribel del Ser

ME LLAMABAN INOCENTE

Me llamaban ingenua e inocente,

y ahora...

quien no lo es?

Nacer...

y no saber,

lo miserable del poder.

 

Y un día te despertarás,

a fuerza de recibir

reveses por doquier.

 

Y levantarse por la mañana

se convierte en una hazaña,

donde comprender la crueldad,

duele en las entrañas.

 

Entonces solo queda

imaginar poemas,

que expresen la bondad del alma humana.

 

Pues la mayoría

es pueblo manso,

ingenuo e inocente.

Viviendo en un remanso

sin espiritu de lucha,

resignado a su desdicha,

víctima de su propia desidia.