🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮

Palestra

Palestra 

He puesto por trinchera, por lienzo y por textura,
las lunas del verano y el árbol de David.
Pues, creo plenamente que el padre de la altura
nos guía y nos conduce, dejando por figura
la gloria empedernida que es vívido adalid.

Diciembre que resumes la aurora de la vida,
el sueño refulgente, la luz y el tierno amor...
atiende al caminante que anuncia la partida
del ángel que desprende con su ala de panida
el eco poderoso de Dios, Nuestro Señor.

Del coro de querubes el ritmo extraterrestre
retoca ditirambos, alarde del confín;
así los villancicos exprimen lo campestre,
dictando poesías que el genio San Silvestre
ha escrito junto al lastre que ofrece el paladín.

No soy de ningún lado, no tengo más estigmas,
yo soy aquel poeta, del arte mi mansión.
No tengo ni un secreto, no cargo paradigmas,
tampoco sigo sombras, soslayo los enigmas,
pues tengo, solamente mi pobre corazón.

Los meses son los mismos, no hay nada diferente,
tan solo una atalaya, corriente del ayer:
por eso, aquel que llora no dice lo que siente
y no es por ocultarlo, sino por ser valiente,
he aquí que nada importa, no importa su querer.

                                  Samuel Dixon