Cuando torno mi vista á lo pasado
y miro mis pasiones hechas ruinas,
cavilo unos instantes
y luego suelto volteriana risa.
Hondos amores que soñaba eternos
hoy yacen en cenizas,
y los pesares que juzgué incurables
volaron cual las aves fugitivas.
En ese trance me sentí enervado,
cuando el dolor el alma me mordía;
amé la noche eterna
y el arma miserable del suicida.
Mas fué pasando el tiempo
y sanaron del todo mis heridas
y hoy siento que en mi espíritu florece
lozana primavera de energías.
Tomado del libro :\"Desde los Andes\".1907
Poeta:Lisímaco Chavarría.