Danielagolian

Pizca de azĂșcar

Y entonces me dijo, 

no soy para ti, 

justo a mí, 

que no obedezco a nadie. 

 

Déjame recordarte 

que la sal también parece azúcar. 

La sorpresa te la llevas en su sabor. 

Conmigo es lo mismo, 

no te dejes llevar. 

 

Parezco de azúcar, 

pero el sabor es otro. 

No pienses que soy nueva en esto. 

Eres pecado del bueno. 

 

Yo no soy mala, 

pero si me provocas, 

no prometo no morder. 

 

Así que cuando me porto mal, 

me sale de maravilla. 

Eres pura intensidad, 

pura provocación. 

 

Tú eres mío, 

y yo soy tuya, 

sobre todo, en nuestros sueños más profundos. 

 

El detalle está 

en que ambos somos libres, 

pero en nuestra libertad, 

nunca nos escogimos. 

 

¿Sabías que las cosas duran más mientras las cuides? 

Y lo cuidarás, 

en la medida en que lo quieras. 

 

Así que, al final del día, 

hagas lo que hagas, 

jamás serás suficiente en el lugar equivocado. 

 

Encontré la definición para ti: 

¿la palabra recuerdo te suena? 

Lleva tu nombre, 

vuelves siempre a mí, 

pero yo no a ti.