“Camino,
la ciudad se esconde temprano,
una lengua de silencio la cruza,
he aprendido a entender los murmullos,
la sal descompuesta del muelle
inunda respiración de los vagabundos.”
Hay eslabones invisibles,
fronteras que las gaviotas no cruzan,
la mente gira en una red
así la libertad un pez atrapado,
y la red hecha de hilos
de cuerpos ausentes…
Quizás, te preguntes
que haces de visita en esta prisión
buscas un pañuelo,
limpias tus ojos y labios,
sientes el peso de los milenios,
tu mirada, tus palabras,
el poder parece un espacio vacío,
pero sientes su aliento violento,
su aroma de carne descompuesta.
“La libertad, a veces, se enreda,
parece tener lugares y turbulencia.
Tengo mis propias cadenas,
semilla del poder,
semilla de los siglos,
semillas de mis vivencias,
pero tengo las llaves para soltarlas.
Así, mi libertad
es la verdad de mi espíritu,
y la resistencia de mi pensamiento,
soy mi propio mapa,
soy mi propio territorio.