Alejandro Diaz Quero

SER MUJERIEGO ES UN RIESGO.

 

Les voy a contar la historia 

de un hombre muy mujeriego,

era un joven alto y fuerte

que parecía un labriego.

 

Se creía un súper hombre

y hasta el rey de los placeres

y aún estando casado 

se burlaba de las mujeres.

 

Siempre cargaba dinero

y vestía muy elegante 

y nunca soportaría 

de una mujer un desplante.

 

Su vida era compartida 

entre el trabajo y la diversión

y su esposa en su casa 

de adorno como un jarrón.

 

Nada es eterno es la vida 

vivamos con precaución,

para evitar una sorpresa 

que nos destroce el corazón.

 

El hombre seguía de fiesta 

tenía la energía de un potro,

pero un día llegó a su casa 

y su esposa se había ido con otro.

 

Alejandro Díaz Quero 

Villa de Cura,,25/11/2024