Estamos perdidos, pero no se nos olvida por qué caminamos; el mundo está lleno de colillas en el suelo, más que de seres humanos viviendo. La comprensión de nuestro vivir a veces depende del estado de lo que nos rodea.
El apogeo de nuestra consciencia llega cuando aceptamos el cómo y el cuándo. Directriz de un buen vivir para que cuando miremos el mar sea una oleada de buenos presagios.
Manipulamos quehaceres en que ya estamos con un número arriba nuestro; juzgados estamos, pero ganamos o perdemos para irnos en un santiamén cuando una persona la visión ha de perder.