Suspiros de liras hirientes que el corazón declama triunfal y penitente. Horas de ensueños de fatal agonía son tus besos de fresas gélidas del atardecer.... Lloran tus ojos y son como puñaladas de halito improviso a mí corazón. Tu diadema blanca entre el cielo y tu alma fecunda y casi celestial.amor que invaden el lecho de pétalos tu cuerpo de polvo estelar.sutil ofrenda del corazón tempestuoso; solo en tus manos está el amparo arcano de las odas de ensueños.labios escarlatas de febril deseo, gaviota de plata que el cielo surcó el profundo mirar diamantino. viento Solano que el profano éter dicipo.