-¡Tan en hora mala supistes vos rebuznar, Sancho! Y ¿dónde hallastes vos ser bueno el nombrar la soga en casa del ahorcado? A música de rebuznos, ¿qué contrapunto se había de llevar sino de varapalos? Y dad gracias a Dios, Sancho, que ya que os santiguaron con un palo, no os hicieron el per signum crucis con un alfanje. QUIJOTE
Anda despacio a pié firme,
mira, no tropieces sin más,
las caídas hieren,
cuídate de no humillar,
quiérelos tal como son,
no pretendas cambiarlos,
si juegas limpio,
podrás caminar;
fueron algunas de sus palabras
al partir,
nada había ambicionado tanto como la honestidad,
la rectitud en el proceder,
al final lo mató la soledad.
La imposibilidad del ser.