Hernán Mejía Silva

EL BUITRE

Pasaba buscando,

buscaba una cabeza nueva,

de fácil montaje

y que no doliera.

 

Había vientos de colores,

luces alulantes,

algunos corazones,

palpitaban mistrales,

los ojos del buitre colorado…

 

Como habían acordado,

no se quejaría del hombre,

un hombre enlatado,

estaba lastimero en su pasado,

lastimaba su presente…

 

Encontró su cabeza nueva,

un poco más ligera,

un poco más usada,

pero al ser de color rastrera;

era todo lo que necesitaba.