Un fantasma me visita de pronto,
es mi propia memoria disfrazada de recuerdo.
En un entorno perfumado
de nostalgias ya olvidadas.
Me envuelvo en divinos arpegios,
en música de vida nueva
alejo esos seres invisibles
que pretenden evitar que
disfrute de este presente determinado,
en el cual solo he decidido ser feliz.
Camino en calma mi orilla .
Sin prisa, solo sintiendo este nuevo aroma,
limpio, precioso e iluminado
del cual no pretendo alejarme.
Mi niña vida retoza
en un jardín lleno de belleza.
Los detractores desaparecen.
Soy libre.
Gamuza