Con López sin excepción
el crimen, pues, no hizo pausas
mientras “atendía las causas
del delito” en la nación
siguió sin interrupción
en sus homicidas brotes
presto, iracundo a trotes,
muriendo de forma vil
cerca de doscientos mil
mostrándose sin escotes.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 06 de diciembre del 2024
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