Quise decir tu nombre y el silencio se alzo
como propagación atroz de mis tormentos
quise escuchar cómo te me escapabas
entre el eco de mi fuerte llanto atormentado
más mis ojos siempre sollozantes apagaron
como siempre en todo, mis sentidos,
la furia contenida en mis adentros y el amor
ese amor tan inmenso que he estado sintiendo
los puse como barrera compacta entre tu ser y el mío,
en vano todo, todo mi arrebato, mi huida inalcanzable
de tus pasos y abrazos pues entre las paredes
de mi piel de fuego ingobernable se abre paso
el recuerdo que te mantiene vivo.
He aspirado afanosamente el anhelado olvido
y mis ganas de vivir, se van menguado
más mi deseo como sólida armadura,
me suplica quedarme otra vez contigo.
En vano gritar y blasfemarme a mí misma,
negando en la razón que estaba cuerda
Es imposible que después de desgarrarse el pecho
una profunda calma, y el más débil sosiego
me hagan buscar otra vez la falsedad de tus besos.
toda mi furia haces presa con una débil sombra,
como acrecentar la mecha exigua que hace arderme
los sentidos para buscar lejos de ti nuevos puertos
Y no, aquí estoy derrotada, pendiente y dependiente
de un te quiero que pueda fácilmente atropellarlo todo
para hacerme arder a puro grito el amor que en silencio
siempre de piel a piel te he compartido, mientras de dolor
me sirves otro plato como alimento insano a mis desvelos
y aunque grité, vocifere y rumie maldiciendo lo que siento
con lánguido cautivo, he de resignarme a seguirte padeciendo…