Ricardo D. Branj

Hasta que amarte me seque los labios

Hasta que amarte me seque los labios

 

Hasta que amarte me seque los labios

y con tu cuerpo y tu ígnea alma virgen

 

hasta que mis brazos sean un nido

donde te acerques a cobijar tu piel

 

y no sea yo una promesa sino una fe

 

hasta ser mí pecho tu abrigadero

y te poses y me estreches tu calor

 

hasta que mis manos sean un arrugo

de tus yemas memorioso y de tu pálpito

 

y seas vos mi musa y no un acaso

 

hasta ser mis palabras tu único vestido

y en tu desnudo y cuerpo un apretujo

 

hasta que mi recuerdo sea tu recuerdo

y una fotografía ajada de saber tanto

 

y no sea yo tu silencio sino tu canto

 

hasta ver que verme sea tu mirada

y seas tú, mi camino y mi motivo

 

hasta que tu sangre tiña mi color y en

la tuya el mío, y juntos seamos río

 

y no seamos un susurro sino una voz

 

hasta ser el mismo fuego que te sostenga

y seas vos y tu pasión mi efervescencia

 

hasta ser autóctono en tu huerto

alguien peregrino que llegó a su hogar

 

y sea yo tu abrazo y tu refugio

 

hasta ser un crepúsculo extinguiéndose

y sea tu infinito mi cuna y mi edén

 

hasta que seas mi verbo y yo tu verbo

y se impriman mis estrofas en tu tez

 

y no sea yo tu destino sino tu sed

 

hasta que amarte me seque los labios…