La dulzura de sus ojos
no describe el paso de los años.
Su sonrisa franca y triangular
no es propia de una vida de blasfemias
y vulgaridad.
Aquel viejo, tan lejano de mi tiempo
y comprensión, viajó por décadas,
transitado por modas, ídolos
con discursos en busca de la verdad
o de su visión de ella.
Aquel viejo, tan lejano de mi tiempo
y comprensión.