Desprecio insano de varios inhumanos y consumistas de humanos. Yo, en el océano con membranas natatorias y tecnología balística, ya cursé período turbulento. La pintura aportó realismo y humanidad a mi arte. Patrocinar las artes y encargar las obras es lo que todo artista anhela, exhala. Mandela, con su mandala.
Capaz de cazar mi presa a más de 100 millas. Cuello fuerte, capaz de soportar gran impacto. Es mi dialecto el que los pone inciertos, porque la hierba, creer abrirles paso, de ser erróneo, les afectará armónico y los pondrá maniáticos. Conductores a sustancias químicas que ni alquimistas encontrarían sustento.
Ambiente denso: el Pacífico ahora es Atlántico... Migrar se volvió necesario.
Las ballenas se aparean en los cayos, y en Puerto López, un gran silencio.
En Pedernales, placas chocarán y los océanos rebosarán. Las calles se inundarán y las hormigas se ahogarán. Y así, la gran colmena culminará esta era de hipocresía catastrófica. Podría explorar técnicas poéticas, trabajar en el ritmo y musicalidad, limitarme en la crítica social, pero, una sociedad corrupta y decadente siempre tendrá su antisocial.
Si la corriente me lleva, qué sea corriente artística, filosófica, alterna o fluvial. Cómo quisiera la cisterna, eterna, cómo deuda externa, cómo una pierna tierna, asado y sexo en la caverna. Ver morir, paterna o materna. Cómo quisiera mancuerna neuronal para una testa de Alcatraz.