¿Será verdad
que el canto de las olas
forma corales?
¿Será verdad
que el manto de los cielos
está manchado?
¿Será verdad
que el llanto de tus ojos
pide mis besos?
¿Será verdad
que escribo este poema
sin darme cuenta?
...Yo, nada sé,
de cantos y corales;
soy un profano.
Tampoco sé,
de cielos y de nubes,
solo las miro.
Menos aún,
ignoro si tus ojos
piden mis besos.
Aunque sí, sé
que el pecho se desborda
cuando te veo.
Son los latidos
que llaman y suplican,
¡porque te quiero!
Rafael Sánchez Ortega ©
05/12/24