Ivette Urroz

Cantos del Mundo Manso

A manera de tamango sinrazón,

una aventura matinal fatigada silba y gotea

la necesidad argumentativa.

En su alma sedienta, horas claras le anuncian;

en un motivo rencoroso, la niebla de belleza tibia

se rebela, aventurándose a explorar placeres con sabores afligidos.

Las ausencias trabadas por el estallido del asfalto

en el ultramar de días embrollados,

ahuecados, escapan insatisfechos,

y donde el manso mundo termina,

canoro, retrocediendo por dentro de sí mismo,

llenando veredas resonantes con estío hacia la vida.

Rizado, deprisa, adelgazándose en la fuente enemiga,

su fuerza aterida, la sinrazón, dudosa de delirio, es igualmente

acotable.

Ivette Mendoza Fajardo