Sin decir adiós
verde es la luz
que está esperando
a cruzar la acera
de la esperanza,
la esperanza es viento
al azar de una mirada
una sonrisa
una palabra callada
una sombra despierta
invisible a la luz
de dos cuerpos afines
el aliento palpita
los ojos difuminan el viento
las miradas se encuentran
se detiene,
el sol
es sangre es niebla
hay un deseo enérgico
frente a un abrigo
negro y unas botas
de charol
debajo una flor
ardiente de deseos
¡estoy ciego de amor!
Verla alejándose sola
ráfagas de bruma viva
que ama el silencio
atraviesa la espesa niebla
como una daga de fuego
marca la piel
con escarcha inflamada
hiela la sangre
que brota del alma
estoy solo con su silencio
que habla y escucha
lo que mi pluma no habla
una pluma arrancada
del ala del alma
un grito desgarrador
rompe el velo que cubre
el rostro olvidado.