Uno de los aprendizajes más difíciles
que aprendí junto a ti
fue que, por más que lo deseara,
no podía obligarte
a dar lo que yo estaba dispuesta a dar.
Y a pesar de que creía que lo necesitaba,
Aprendí que todo era el amor
que me faltaba a mí misma.
Y gracias a ti pude verlo.
Definitivamente, los \"casi algo\"
son los más dolorosos.
Digan lo que digan, lo son.
Porque a pesar del amor tan grande
que te tenía,
nunca fue garantía
el que te quedaras en mi vida.
Que algunas despedidas
dejan más preguntas que respuestas.
Aún recuerdo esa noche
me prometiste no hacerme daño,
pero no siempre es suficiente para evitarlo.