Jorge Izquierdo

AMA

 

AMA

 

Teníamos por costumbre 

nacer en los meses de luz;

                                 pero tú,

desafiando al ocaso,

te apareciste en octubre.

 

Teníamos por costumbre 

morirnos de madrugada,

pero tú ya habías pactado

dejar de estar para siempre

bien entrada la mañana.

 

Te abandonaste a la nada

en un día luminoso,

en un abril que te abría

la sonrisa en su mirada,

mas le cerraste los ojos

y se apagó la jornada.

No te sedujo el cortejo.

No hubo forma de animarte.

No te quedaba más vida

que ofrecer a quien te amaba…

 

…¿Quién te amaba?...

 

Yo amaba amar a mi Ama.

Quise hacer lo que debía,

saldar la deuda adquirida,

pero pronto se hizo tarde;

no dio tiempo a demostrarle

el cariño que guardaba.

 

Aunque madre sólo hay una

y el día de su partida

se me truncó una gran parte,

sé que lo más importante 

sigue siendo todavía, continúa…

 

Aún…  

         aún la conservo en el alma…

 

                   LUJITAR (1-11-24)