FRANCISCO CARRILLO

agua bendita.

Agua que vienes corriendo

mojando mis pies descalzos

y dime, ¿ que ganas haciendo?  

que mis pies estén mojados,

que consigues si mis pasos

siempre andaron por lo seco.

1

Que pretendes con mojarme

acercándote en silencio,

si sabes que yo no siento  1

esa sed de estar sediento

por mas que camine o ande,

mis pies, ya no los siento.

2

Soy el agua de la vida

para ti, soy el refresco

y tus pies están resecos

de tanto como caminas

déjame, que llegue a ellos.

2

Como llego a las colinas

a los valles, a los puertos

como mojo las esquinas

de ciudades y de pueblos,

déjame que te persiga.

1

Agua que sigues mis pasos

y te arrastras en silencio,

¿por qué tanto el empeño?

de tener mis pies mojados,

cuando yo los quiero secos

y que no los cubra el barro.

2

Soy el agua de la vida

la que en silencio, te sigue

la que se arrastra y te pide

que me dejes aliviarte,

y curarte las heridas.

2

Porque soy de manantiales

y de lluvias, elegida

para tus pies medicina

y la cura de tus males,

porque soy agua bendita.

2

Deja que pueda tocarte

que se detengan tus pasos,

y verás tus pies descalzos

descansados al mojarte,

porque soy agua de Mayo.

2

Soy el agua de la vida

la que persigue tus pasos,

la que puede dar descanso

al camino que caminas,

soy el agua prometida.

2

Soy la ayuda que pediste

al empezar tu camino,

es tu Dios quien te ha seguido

al que tanto suplicaste,

y tus pies, son el motivo.

1

Agua divina que llegas

para calmar mis heridas,

agua que alivias mis penas

como lluvia bendecida,

limpia mis pies de la arena.

1

Toma mis pies y mis manos

haz el milagro que pido,

soy para ti, ese hijo

por su padre reencontrado

dame, ahora el bautizo.

2

Yo te bautizo, hijo mío

con el agua de la vida,

mojo tus pies y tus manos

pongo fin a ese camino

a tus pies, pongo zapatos.

2

Soy el Dios del peregrino

el que te sigue a diario

como el agua que ha mojado

y curado, tus heridas

eres tú, quien me ha buscado.

2

Como el agua que culmina

y que limpia los pecados

como el camino de barro

que andas, sin su salida

como el padre que ha encontrado,

un corazón que sentía

que sus pies, iban descalzos.

Hoy estás purificado

hoy, tu camino termina

soy el agua que es bendita,

y el perdón de tus pecados.