Yeshuapoemario

Ama a Jehová tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente (Mat. 22:37).

 

En el jardín de la vida, un nuevo brote surge,

bendecido por el amor, en la fe se sumerge.

Un matrimonio cristiano, ante un futuro incierto,

se prepara con amor, para un rol muy cierto.

 

Con la Biblia en sus manos y oraciones en su aliento,

buscan guiar a su hijo por el sendero correcto.

No solo con palabras, sino con el ejemplo vivo,

para que el amor a Dios sea el tesoro más querido.

 

En cada verso de Proverbios, en cada Salmo, una guía,

en las historias de Jesús, una lección que cada día,

les enseña a ser humildes, a ser justos y piadosos,

a criar con sabiduría, a ser padres amorosos.

 

Como los reyes de antaño, que en la Escritura meditaban,

estos padres modernos, en sus corazones grababan,

cada mandato divino, cada consejo celestial,

para en su hijo sembrar, un amor sin igual.

 

Que el pequeño aprenda a amar a Jehová de verdad,

con todo su corazón, con su alma, con su voluntad.

Que crezca en conocimiento, que su fe sea inquebrantable,

y en el camino de Cristo, siempre sea estable.

 

Que la palabra de Dios sea su constante compañía,

en los días de alegría, y en los de melancolía.

Que la oración sea el puente entre su corazón y el cielo,

y que su amor por Jehová sea siempre sincero y bello.

 

Padres, vuestra misión es de valor incalculable,

la responsabilidad que lleváis es indescriptible.

Mas con amor y paciencia, con la Biblia como faro,

guiaréis a vuestro hijo por un camino claro.

 

Y así, en el amor a Dios, encontrarán su fortaleza,

en la fe, la esperanza, y en la oración, la certeza.

Que vuestro hogar sea un refugio de amor y de verdad,

donde Jehová sea el centro, hoy y por la eternidad.