Hernán Mejía Silva

LA TRAVESÍA

Estaba un mar en llamas,

la ruptura con quien amas,

un silencio después…

una vida otra vez.

 

La dejaban ser valiente

ahora navega elocuente,

es búho extravagante,

maquillando sus destellos.

 

Suspira con miedo en los sueños,

la mirada extraviada,

los sueños que nos matan

y las palabras que no cambian nada.

 

El mar oleaba dentro de una caja,

realidad que se zanja,

un poco más obtusa,

aunque no por eso menos confusa,

aprendió a ser dominante,

el ave nocturna en su instante,

y ahora vuela magistral,

saboreando la canícula austral.