Ecos de Eternidad
En la vastedad de la noche callada,
se alzan los sueños en calma alborada.
Caminos de estrellas dibujan el cielo,
y el alma se pierde buscando consuelo.
Cada susurro que el viento declara,
es eco de un tiempo que nunca se para.
La luna, tan dulce, refleja el anhelo
de un mundo perdido en su blanco pañuelo.
¿Qué secretos guarda el cosmos silente?
¿Qué voces murmuran en lo trascendente?
Quizás sean pasos de vidas pasadas,
o cantos de almas que nunca se apagan.
El horizonte, oscuro y profundo,
encierra misterios de un viejo mundo.
Y en cada latido, un verso escondido,
espera nacer del corazón herido.
Oh, tiempo inmortal, fluye despacio,
que quiero soñar sin límite o espacio.
Ser eco de luz, ser brisa de amor,
y dejar en la vida mi eterno fulgor.
Guarda este poema en rincones del alma,
donde la tormenta se apague en la calma.
Que quien lo contemple, encuentre sentido,
y alce su vuelo hacia lo infinito.