¿Qué hacer en medio de la noche,
si la música se convierte en nostalgia,
si cada nota me arrastra a aquellos días,
en los que te dibujaba con la mente,
como un lamento perdido entre los acordes?
¿Qué hacer cuando el viento mezclado con el rojo atardecer,
acaricia mi alma,
como si tu alma se convirtiera
en cada ola que me roza,
y el paisaje que antes reflejaba tu rostro
se desvanece en la memoria de un sol apagado?
¿Qué hacer en estas cuatro paredes,
si lo único que grita en mi ser
es la tristeza de una felicidad anhelada,
tu ausencia transformada en vacío
que mi alma intenta llenar con melodramas,
aunque aún resuene el eco de tu risa?
Y aunque mi corazón sigue buscando,
entre sombras y susurros,
sé que mi felicidad no está del todo perdida.
Deseo renacer, de encontrarme a mí mismo,
en medio de esta tormenta de emociones,
entre tu vida y la mía,
entre los corazones incompatibles.