Quédate esta noche conmigo,
agráciame con la dicha de tu existencia,
compárteme tu risa, como si fuera melodía eterna.
Cuéntame tus historias, tus victorias y caídas,
ilumina estos ojos con tu dulce mirar,
haz que el tiempo se detenga sin titubear.
Moriría por cada uno de tus suspiros...
Quisiera guardar tus sueños entre mis manos,
cuidarlos con ternura y suavidad.
Te prometo besar cada herida, con devoción y delicadeza
arrullar tu soledad en un abrazo cálido y tierno.
Dame tu tiempo, que lo atesoraré como un regalo divino.
Quédate conmigo esta noche, bajo la luna testigo que en la fría noche, yo seré tu abrigo.