Quizás esta no sea una noche de poesía,
quizá solo sea una noche de
contemplar estrellas
parpadeantes y palpables.
Aquellas que se encienden
cuando tú quieras.
Porque esta noche,
pido estar de luto.
De luto por el nosotros,
de aquellas texturas que no conocí,
como las de nuestros dedos
tomándose y amándose
cuando fuéramos de la mano
por lo pasillos de Agosto.
Porque quiero llorar,
por el tacto y caballerosidad
que me das al decir,
cada quien por su lado
y me pidas
que no te llegue a amar.
Porque me dirás,
no eres lo que busco.
Y para no quedar mal,
te mandaré tinta digital
diciéndote que me has entendido mal;
que tampoco busco un novio
al cuál adorar.