_Entre los Dedos del Tiempo_
Te pienso como se piensa el agua:
cercana, imposible,
resbalando entre los dedos de la espera.
No eres distancia,
eres la grieta por donde entra la luz,
el eco que reverbera en mi pecho
cuando los días se rompen
como hojas secas en otoño.
Te busco en las fisuras del aire,
en las palabras no dichas,
en el aroma que la lluvia deja
al caer sobre la tierra herida.
No estás,
y sin embargo existes:
en la caricia que nunca di,
en el vuelo de un pájaro que cruza el ocaso,
en la ternura ausente
que se estrella contra las paredes del alma.
Eres y no eres.
Y yo, que intento atraparte,
descubro que amar es aceptar
el vacío lleno de tu ausencia.