Dentro de la piel
se guardan;
el vacío fiel
junto con lo absoluto,
contenido…
diminuto.
Ojos hechos de océanos,
sin lágrimas,
peregrinas,
sus lástimas,
se sueltan sus manos,
nadie nos enseña a ser
humanos.
Cae desde lo alto,
es un desvelo
intacto el sosiego,
quebranto de obviedad,
compleja,
la paralela realidad.