Acuérdate de tu promesa, que
siempre ibas a ser mi amante, que
bonito fue tu falsedad y mentiras.
Hoy que estoy fuera de tí, te paseas
frente mío, con distintos tipos de
hombres.
Solo te deseo que seas
dichosa y, que nunca caigas en la
tristeza que tuve contigo, al ver tu
desprecio, tratar de darme celos, que
yo jamás sentí.
Solo sé que el mal no
venga para tí, porque mi Dios me
da sus bendiciones y, de ser tu
amante otra vez , mejor solo y soy felíz.