Para María del Rosario Aguirre Durán
Entra en mi reino
de carne y sabor,
desnuda ante tus ojos,
sin ninguna convicción
oprimiendo tus deseos
por las venas del placer,
vestida sólo con tu piel
cubierta con el aroma
de tus testosteronas.
Estaré esperándote
en la cámara de mi sueño
con mis poros abiertos.
HuGóS | 8-2-2020 | 6:45 p.m.