OscarCampos

Algo de piel

 

Aprendió a mirarse

 en las gotas de lluvia

que se deslizan por su ventana,

como un juego de espejos

así su belleza se multiplica.

 

El tiempo le enseño a mirar

las hojas muertas del naranjo,

a la distancia el parpadeo de las farolas

 el temblor de su pensamiento vacío

 se refleja en la piel.

Las grietas ocultas se transforman

en dolor, la acercan a la naturaleza,

 es bestial escaparse a un espejismo.

 

Le queda su alma, piensa,

cuando el hambre latía,

en busca de un equilibrio

solo encontró el olvido.

 

El hambre siempre regresa,

pero es un hambre distinta,

tiene el cansancio de la muerte.

¿Qué harás sin alma, sin belleza?

Ambas son necesarias como la raíz

es a una flor…

 

La ciudad,

llena de luces, el progreso de sus ruinas,

el poder genera engaño,

la esclavitud del habitante

es pensar en la belleza infinita,

continúa negando el hambre de su alma,

 así la verdad se oculta.

Por la ventana caen gotas,

como piel deslizándose por la realidad.