Ya casi no puedo pensar,
si, ya casi no puedo.
La maldita televisión
y el maldito teléfono móvil
han diezmado en mi mente
la capacidad de reflexionar,
concebir nuevas ideas,
criticar impuestas verdades
y recurrir mentiras indecentes.
Sólo la poesía me abre
a percibir el aroma refrescante
de la liberación tecnológica
alejándome del subsidio,
malévolo y perturbador,
que nos paga el embrutecimiento.
¡ Dulce y locuaz poesía
en la vaguedad de mis sueños,
en la bóveda aplastante donde hábito,
tu eres la realidad, no el mito,
que libera con su resplandor
mi anochecido espíritu.!
JOSE ANTONIO GARCIA CALVO