El camino rumbo a tus brazos,
cobijo que fortalece nuestros lazos.
Con besos tejidos de suave murmullo,
mi ser se abraza al calor de tu arrullo.
El reloj susurra en cada paso,
tu amor, mi refugio, mi eterno abrazo.
Bajo un cielo de sueños compartidos,
hallamos la calma, suspiros unidos.
Y en el eco sereno de tu ternura,
la vida se inunda de luz y dulzura.
Porque en tus brazos hallé el consuelo,
la paz que añoraba, mi único anhelo.